Como almacén de aceros en Madrid centro de referencia en nuestra ciudad, queremos aprovechar esta entrada del blog para explicarte cuál es el origen del acero.

Realmente, no se sabe en qué época los humanos comenzamos a fundir material de hierro con el objeto de conseguir un metal que sería utilizado para otros fines.

Sabemos, eso sí, que las primeras herramientas férricas descubiertas por los arqueólogos en Egipto son del año 3000 a.C. También se cree que ya antes se usaba el hierro para hacer algunos adornos. Los griegos, por ejemplo, dominaban hacia el año 1000 a.C. la técnica para endurecer las armas de hierro a partir de un tratamiento térmico.

Como almacén de aceros en Madrid centro con gran experiencia en nuestro sector, nos gustaría comentar que las aleaciones que obtenían los primeros artesanos debemos clasificarlas como hierro fraguado. Para su producción, había que poner a calentar una masa de mineral de hierro y carbón vegetal dentro de un horno con tirada forzada.

Con aquel método, el mineral quedaba reducido a una masa esponjosa de hierro metálico, la cual incluía impurezas y cenizas de carbón vegetal. Dicha esponja de hierro se sacaba estando aún incandescente y se rompía con martillos muy pesados para eliminar los residuos, soldar y consolidar el hierro.

Los artesanos del hierro dieron con la tecla para producir acero gracias al calentamiento de hierro fraguado y carbón vegetal en recipientes arcillosos. Así descubrieron que el hierro absorbía una enorme cantidad de carbono para poder transformarse en acero auténtico.

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