Tras muchos años trabajando como un almacén de aceros en Madrid Centro, hemos tenido la posibilidad de trabajar, en innumerables ocasiones, con este material y también con el acero. Es por eso, que queremos contaros, en este post, las principales diferencias que guardan estos dos componentes, ya que, en ocasiones, la gente llega a confundirlos.

Lo primero que queremos señalar desde nuestro almacén de aceros en Madrid Centro, es que el hierro se obtiene de menas, que son minerales metalíferos, tal como se extraen del criadero y antes de pasar a realizar una limpieza del mismo. Este mineral se funde, posteriormente, en los llamados altos hornos para convertirlo en arrabio (hierro en fundición).

En este momento, el hierro presenta muchas impurezas, por lo que se requerirá una nueva fundición, dando lugar al llamado hierro colado, muy utilizado en estufas o cocinas, por ejemplo. Si prosiguiéramos este proceso de limpieza, llegaríamos al denominado hierro dulce, que presentará muy pocas impurezas, además de una gran resistencia y tenacidad. Los usos habituales de este componente será para cadenas o herrajes.

Por su parte, el acero será una mezcla de hierro y carbono a un valor de entre el 0,5 y el 2%. Esta aleación le confiere a este material una dureza notablemente superior a la del hierro, pero también se mostrará más maleable y elástico. Estas características provocan que su uso esté muy extendido en nuestro día a día en todo tipo de estructuras, maquinaria, vehículos o herramientas.

En Hierros y Tubos Lorca somos expertos en el trabajo con hierro y acero. Nuestro personal te atenderá de una forma profesional y eficaz en todo lo que necesites, asesorándote en todo aquello que necesites.