27/11/201727 de Noviembre de 2017

El término de "acero" procede del latín “aciarius”. Han pasado miles de años hasta que ha sido posible tener máquinas como una plegadora de chapa en Toledo. La fecha en que se descubrió esta técnica del acero realmente no está muy clara. Hay restos arqueológicos, que se revelaron en Egipto, de utensilios de hierro datados en el 3000 a.C. La humanidad ha utilizado las tuberías desde hace miles y miles de años. En el 1500 a.C. fue descubierta la tecnología del hierro pero no fue hasta el año 1200 a.C. cuando se extendió su uso y su técnica dejó de ser un secreto.

En el siglo I a.C. se produjo lo que se conoce como acero. Fue durante la dinastía Hande en China. Derritieron hierro forjado con hierro fundido, y de ese proceso resultó este material tan usado hoy en día. El método antiguo para la fabricación del acero consistía en obtener hierro dulce en el horno, se empleaba para ello carbón vegetal. A principios del siglo XIX William Murdock inventó un sistema de lámparas que quemaban el carbón y unió barriles de fusiles desechados. Creció la demanda del acero y muchos inventores se pusieron a trabajar en el desarrollo de nuevos procesos de fabricación de tubos.

Comelius Whitehouse desarrolló un método para la fabricación de tubos de metal. El proceso de soldadura que llevó a cabo es la base de nuestros procedimientos actuales de fabricación de tubos. Las hojas delgadas de hierro se calientan y trazan a través de una abertura una forma de cono. Muy parecido a lo que se hace con la plegadora de chapa en Toledo. La primera planta de fabricación del método de Comelius se abrió en 1832 en Filadelfia.

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