Trabajar el metal es algo que desde las épocas más primitivas se ha venido desarrollando, aunque con el paso del tiempo se ha hecho más complejo. La plegadora de chapa en Toledo es un ejemplo de esta evolución.
Aunque no lo creas, sino en los últimos años del siglo veinte, y gracias a equipos de computación y los avances tecnológicos, la alta gama en el tratamiento de láminas o chapas se empezó a ampliar notoriamente. Como es el caso de la plegadora de chapa en Toledo.
Plegar chapa con máquinas se basa en la fuerza del impacto gracias a la presión, en donde se ubica la chapa a plegar. Esta presión es generada por un punzón encima de una matriz. En realidad, el nombre más común es el de prensa, aunque dependiendo del tamaño de esta maquinaria su denominación puede variar. Cada clase de maquinaria es capaz de prensar o plegar cierto grosor de material, como las plegadoras industriales, que miden hasta veinte metros de largo.
El plegado de chapa se distingue en cómo funcionan los mecanismos para emplear esta operación de prensado. Cada mecanismo tiene su tipo de maquinaria especial, y elegir una u otra dependerá de qué tipo de producción se realice. Tenemos la plegadora manual, con mecanismos hidráulicos, que son las más sencillas, pero limitan la cantidad de chapas a plegar. Las demás clases se diferencian por su tamaño y la complejidad de sus diseños, y necesitan de un mecanismo energético más potente. Son las llamadas plegadoras mecánicas. En base a estos dos modelos, se utiliza también la plegadora hidra-mecánica, que vendría a ser una combinación entre los primeros mecanismos citados.
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