07/07/20167 de Julio de 2016

Muchas personas creen todavía que las construcciones y estructuras creadas con vigas de hierro en Madrid centro no son tan duraderas ni robustas como las que se erigen utilizando hormigón. Baste señalar que uno de las construcciones más famosas del siglo XIX como es la Torre Eiffel aún sigue en pie y eso que, en 1889 cuando se inauguró, estaba previsto que sería demolida al cabo de 20 años pero al convertirse en un punto vital para las telecomunicaciones gracias a las antenas colocadas en lo más alto de la estructura su derribo fue cancelado.

La torre parisina es un símbolo muy especial para quienes trabajamos en el sector de las vigas de hierro en Madrid centro. No en vano se trata de una estructura formada por más de 18.000 piezas, la mayoría de ellas vigas en forma de doble T, sujetas entre sí por más de dos millones y medio de tornillos y remaches. Se calcula que el peso total de la estructura supera las 10.000 toneladas, a las que hay que añadir otras 50 de pintura que se aplican cada 5 años.

Pese a lo que pueda parecer, la pintura de la Torre Eiffel no es completamente uniforme. Se emplean tres tonalidades diferentes, más oscura en la base y más clara en la altura, a fin de crear la impresión óptica de que tiene una tonalidad uniforme. Se tarda, aproximadamente 18 meses en cambiar completamente la pintura y, durante todo ese tiempo, permanece abierta al público. Cada año más de 7 millones de personas sube a la Torre Eiffel, algunos recorriendo los 759  escalones que separan el segundo piso del suelo. Apenas 115 metros  de altura.

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